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Cómo manejar la Ansiedad (en tiempo de Pandemia)

Cómo manejar la AnsiedadCómo manejar la Ansiedad (en tiempo de Pandemia)

 

Lunes 13 de Abril de 2020, si vivís en Argentina como yo, estás arrancando la CUARTA semana de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio! Se hace dificil y la venimos llevando como podemos.

 

Es una situación totalmente nueva para todos, y por supuesto, cada uno la va procesando con las herramientas que tiene. De todas maneras, en mayor o menor medida, nos está afectando mucho, principalmente a nivel mental o emocional, y una de las principales afecciones del momento, es la ansiedad.

 

De eso hablamos en el post de hoy!

 

CORONAVIRUS Y EMOCIONES

 

En estos días, como consecuencia de esta pandemia que afecta a todo el mundo, vivimos en un estado permanente de ansiedad.

 

Porque estamos aislados, por todas las cosas que leemos y escuchamos, por lo que pasa en nuestros hogares, y por lo que está pasando afuera. Porque no podemos hacer las compras como y cuando quisiéramos, porque no podemos visitar a nuestros padres, o a nuestros hijos, pero también porque no sabemos cuando y como va a terminar esta Pandemia y sobre todo, como seguirán nuestras vidas.

 

Es por esto que saber reconocer qué emoción estamos teniendo es clave para aprender a manejarla y mantener la calma.

 

La ansiedad es un trastorno mental que se caracteriza por generarnos angustia, miedos o intranquilidad. 

 

Este estado mental es normal, siempre y cuando sea temporal, es decir, que no se extienda en tu vida como algo permanente. Si esto se mantiene en el tiempo, va a entorpecer tu vida, tus actividades diarias.

 

Por ejemplo, es absolutamente normal que te sientas ansioso durante una entrevista de trabajo o en tu primer día en la empresa. Eso es común y nos pasa a casi todos.

 

Entonces, deberías prestar atención a estas señales:

 

  • Si es permanente
  • Si está acompañada con episodios de miedo
  • Si está entorpeciendo tus actividades diarias

 

Si ese estado de ansiedad se extiende, deberías tener en cuenta que estos son los signos y síntomas más comunes:

 

  • Aumento del ritmo cardíaco
  • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
  • Respiración acelerada (hiperventilación)
  • Sudoración
  • Sensación de debilidad o cansancio
  • Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa
  • Tener problemas para dormir
  • Padecer problemas gastrointestinales (GI)
  • Tener dificultades para controlar las preocupaciones

 

ALGUNOS TIPS

 

Ahora que nos encontramos en una relativa pausa, es necesario aprender a canalizar los nervios y gestionar las emociones que nos pueden provocar el cambio y la necesidad del autocuidado.

 

En términos prácticos, evitá aburrirte. El hecho de distraerte, te ayudará a no pensar en el Coronavirus, el aislamiento y todo lo que está pasando en este momento.

 

Informarse correctamente es fundamental, evitar caer en la sobreinformación en redes, no hacer caso a las cadenas de WhatsApp y acceder solo a canales oficiales, como la radio, TV o diarios. Este es el punto en que más coinciden los expertos, ya que muchas veces la saturación de información induce al miedo y a desesperarse frente a la emergencia. 

 

Armate  una rutina de cosas que hacer, que incluya ejercicio, juegos, tiempo de ocio compartido con tu pareja y familia.

 

La alimentación que sea saludable, y siempre lo justo y necesario. Evitar alcohol y drogas al máximo. Cuando consumimos estimulantes no tomamos decisiones adecuadas, y esto puede llevar a conductas desinhibidas y conflictos con otros.

 

Para episodios ansiosos o angustiosos, practicar meditación o hacer ejercicios de respiración profunda y lenta te ayudarán a calmarte

 

Preocuparse por tener pensamientos positivos también ayuda a aliviar las sensaciones. Pensar que la cuarentena es transitoria, que salva vidas y que lo básico como alimentos y medicamentos está asegurado, es fundamental para no entrar en la desesperación. 

 

Y si te parece que no estás pudiendo manejarlo, si estas emociones perduran en el tiempo y aumentan, siempre se debe recurrir a una ayuda profesional -en este caso- accediendo a psicólogos o psiquiatras que pueden dar consultas a través de videollamada, por ejemplo.