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Como es una sesión de Reiki

Cómo es una sesión de ReikiUna sesión de REIKI puede durar entre cuarenta y cinco minutos y una hora (aunque esto depende del estado de cada paciente). Se colocan las manos sobre distintas partes del cuerpo y la Energía REIKI fluye.

 

Se pueden hacer sesiones individuales para obtener una profunda relajación y sensación de bienestar momentáneo, o bien un tratamiento de cuatro sesiones, donde se trabaja más a fondo sobre los planos físicos, mentales, emocionales y espirituales.

 

Luego de este tratamiento de 4 sesiones, el paciente puede continuar tomando las sesiones individuales con la frecuencia que desee.

 

Durante el tratamiento, se siente una relajación profunda, una gran sensación de paz. Muchas personas se quedan dormidas, cosa que no influye para nada en el resultado final, algunas siente un cosquilleo, calor o frío en diferentes partes del cuerpo según fluye la energía, otras personas ven colores, experimentan una sensación de “flotar” o sienten emociones que salen a la superficie y otras no sienten nada y no por ello el REIKI no está funcionando.

 

Muchos pacientes tras recibir su primera sesión de REIKI experimentan algunos cambios que pueden resultar molestos. Es habitual que en los días siguientes a la sesión de REIKI se puedan tener sensaciones de náuseas, vómitos, diarrea, dolor de garganta o simplemente se pase una semana enojado, o de “sentimientos a flor de piel”. Entonces, esta suele pensar que el REIKI le hizo mal, y que está peor que antes de empezar las sesiones. Esto es lo que se llama una crisis de sanación.

 

La crisis de sanación: 

 

Una crisis de sanación es un proceso que se activa en nuestro ser, mediante el cual nuestro cuerpo físico libera toxinas acumuladas en nuestros órganos y nuestro cuerpo mental-emocional libera emociones o pone de manifiesto patrones de pensamiento que nos son nocivos.

 

Síntomas mentales-emocionales que podemos experimentar durante una crisis de sanación:

 

  • Enojo
  • Tristeza
  • Miedo
  • Odio
  • Ansiedad

 

Síntomas físicos que podemos experimentar durante una crisis de sanación:

 

  • Incremento del sudor
  • Incremento de la orina
  • Incremento de las evacuaciones
  • Sarpullidos
  • Vómitos
  • Síntomas de resfriado o gripe
  • Dolores de cabeza
  • Fiebre
  • Dolores que ha tenido en el pasado

 

Cada persona responde al tratamiento de una manera distinta. Por lo general para sufrir una crisis de sanación se debe realizar un tratamiento de varias sesiones donde la persona se limpia a fondo de los bloqueos.

 

Cuanto más largo sea un tratamiento de REIKI, más completos y duraderos serán sus efectos. Una sesión por ejemplo, actúa sobre las consecuencias y resuelve problemas puntuales. Por el contrario, el REIKI aplicado planificadamente se orienta hacia la causa de los males, y armoniza al individuo y su globalidad.

 

Además hay que tener en cuenta que un tratamiento integral afecta al conjunto del cuerpo, mente y espíritu.

 

Alguien puede visitar a un reikista para curarse de una dolencia y al final del tratamiento haber cambiado totalmente de comportamiento, su modo de pensar, o su forma de relacionarse con los demás. Esto se debe al reequilibrio emocional y mental que Reiki produce.

 

Toda metamorfosis implica cierto grado de sufrimiento. Mediante el REIKI se reviven acontecimientos pasados que muchas veces son desagradables y producen sentimientos de angustia, miedo, abandono o rechazo. Manifestar las emociones es necesario para limpiar el alma y liberarla energéticamente pero da lugar a esas crisis emocionales que llamamos “catarsis”.

 

Mariano Blumenfeld