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Potenciando tu práctica: Técnicas avanzadas de Reiki para el autotratamiento.

Hoy quiero compartirles algo fundamental que, lamentablemente, muchos de nosotros solemos pasar por alto: el autotratamiento de Reiki.

¿Cuántas veces nos hemos encontrado tan ocupados ayudando a otros que nos olvidamos de cuidarnos a nosotros mismos? Pues bien, es hora de cambiar eso.

Les comparto algunas técnicas avanzadas que van a revolucionar su práctica personal.

1. La técnica del barrido áurico:

Antes de comenzar su sesión de autotratamiento, dense unos minutos para limpiar su campo energético. Imaginen que sus manos son escobillas suaves.

Ahora, con movimientos lentos y firmes, “barran” su aura de arriba hacia abajo, empezando por la cabeza y terminando en los pies.

Háganlo a unos 10 centímetros del cuerpo. Van a sentir como si se sacudieran el polvo energético acumulado durante el día.

Algunos sienten cosquilleos, otros una brisa fresca. Sea cual sea la sensación, confíen en que están preparando el terreno para una sesión más profunda.

2. Respiración Reiki consciente:

La respiración es la puerta de entrada a un estado meditativo más profundo.

Siéntense cómodamente y cierren los ojos. Ahora, inhalen profundamente por la nariz, imaginando que aspiran una luz blanca brillante. Retengan el aire unos segundos, sintiendo cómo esa luz se expande por todo su cuerpo.

Al exhalar por la boca, visualicen que expulsan todas las tensiones, preocupaciones y energías estancadas en forma de humo gris.

Repitan este proceso cinco veces.

Con cada respiración, sientan cómo su cuerpo se relaja más y más, preparándose para recibir la energía Reiki en su máxima potencia.

3. Visualización de símbolos en cascada:

Para aquellos que ya han pasado el segundo nivel, esta técnica es un verdadero mimo energético.

Comiencen visualizando el símbolo Cho Ku Rei sobre su cabeza, grande y luminoso.

Ahora, imaginen que ese símbolo comienza a descender lentamente por su cuerpo, como si fuera una cascada de luz. A medida que baja, va limpiando y activando cada chakra.

Cuando llegue a los pies, visualicen cómo se ancla en la tierra.

Repitan el proceso con Sei He Ki y luego con Hon Sha Ze Sho Nen.

Es como darse una ducha energética completa.

4. La técnica del escáner corporal:

Esta es ideal para identificar áreas que necesitan más atención.

Acuéstense cómodamente y comiencen a recorrer su cuerpo mentalmente, de pies a cabeza.

En cada parte, deténganse unos segundos y pregúntense: “¿Cómo se siente esta zona?”. Puede que noten tensión, calor, frío o incluso un vacío. No juzguen, solo observen.

Cuando terminen el recorrido, vuelvan a las áreas que sintieron diferentes y apliquen Reiki allí por unos minutos extra.

5. El abrazo Reiki:

A veces, lo que más necesitamos es un abrazo, ¿no es cierto? Bueno, con esta técnica van a poder dárselo energéticamente.

Siéntense o acuéstense en una posición cómoda. Ahora, crucen los brazos sobre el pecho, como si se estuvieran abrazando. Cierren los ojos y activen el Reiki.

Mientras mantienen esta posición, repítanse mentalmente: “Me amo, me acepto y me sano”. Quédense así por al menos 5 minutos. Van a sentir cómo el amor propio y la compasión fluyen por todo su ser.

Recuerden que el autotratamiento no es un lujo ni una pérdida de tiempo. Es una necesidad fundamental para todo reikista. Al cuidarnos a nosotros mismos, aumentamos nuestra capacidad de cuidar a los demás.

Es como en el avión: primero nos ponemos la mascarilla de oxígeno nosotros y luego ayudamos al de al lado.

Para terminar, les propongo un desafío: practiquen estas técnicas durante una semana, aunque sea por 15 minutos diarios. Anoten en un cuadernito cómo se sienten antes y después.

Les aseguro que van a notar una diferencia abismal en su energía, en su humor y en la potencia de sus tratamientos a otros.

Y si sienten que les falta algo más, acá tienen otra propuesta: mi Desafío de 21 de de Auto Reiki.